¿Qué opciones eróticas tienes al alcance de tus manos además de la imaginación? En tiempos de dificultad sanitaria lo único que nos salva es la creatividad y si eres de las personas que has replanteado tu placer sexual después del confinamiento que vivimos desde marzo del 2020, este es un espacio para ti.

Me siento afortunade de recibir la confianza de gente que me platica sobre su vida sexual, como si me hablaran de su música o su comida favorita. Hay personas que han dedicado parte de este tiempo a autoexplorarse y gustarse más, mientras que otras han mostrado desinterés en el deseo sexual derivado de las tensiones que implica el confinamiento.

Durante estos meses hemos escuchado nuevas recomendaciones sobre cómo vivir nuestras relaciones sexo-afectivas en tiempos de COVID-19, toda vez que el virus, causante de muchas muertes en el mundo, se transmite por medio de la saliva. Lastimosamente estos discursos sanitarios colocan la práctica del beso, así como el sexo con más de una persona, fuera de la jugada erótica.

En estas líneas se alienta a conocer experiencias novedosas consideradas de bajo riesgo en la salud por COVID-19, como la masturbación individual o colectiva, disfrutar de ricos alimentos afrodisiacos o incorporar juguetes sexuales a las prácticas autoeróticas. En esta era digital se tiene la facilidad de hacer video llamadas, enviar mensajes con contenido sexual, si eso les apetece, o pagar de manera justa el trabajo sexual que muchas personas hacen a través de las cámaras.

El sexo virtual ha sido la opción más preciada en tiempos de pandemia que, si bien no es algo nuevo, se ha convertido en la práctica sexual recomendada, incluso por las instituciones que regulan la salud pública.  

Las opciones son bastas con ayuda de una amplia imaginación, usar algún juguete sexual o cualquier objeto de la casa, como masajeadores terapéuticos o también se pueden crear juguetes caseros con verduras o simplemente cualquier objeto con forma fálica, con sus debidas precauciones de limpieza.

Lo más importante es aceptar que les seres humanos somos personas de afectos, emociones y de vínculos sociales, de manera que prohibir el intercambio corporal o generar miedo de éste, puede conducir afectaciones emocionales y sociales. Toca reflexionar sobre cuáles son tus dinámicas sexuales actuales y cómo puedes seguir disfrutando tu vida sexual de la mano con la responsabilidad que amerita la situación que estamos viviendo.