Durante el pasar del tiempo, las prácticas sexuales se han ido liberando de los estereotipos que la sociedad ha impuesto, por lo cual es común escuchar nuevas prácticas para llegar al placer con la pareja, una de estas es el pegging.

El Pegging involucra el rol de una persona dominante y una persona sumisa, el placer, punto P y muchas otras cosas; la fantasía de ser el dominante en el acto sexual es el eje central en esta práctica, pero tal vez se pregunten ¿qué es el Pegging? a grandes rasgos se trata de la penetración anal por parte de la pareja, comúnmente utilizando un arnés.

El hombre encuentra el placer siete centímetros adentro del ano que es donde anatómicamente se ubica la próstata o el muy conocido punto “P”, igualmente muy cerca de sus genitales en al área del perineo mientras que en la mujer el placer radica en recibir estimulación en el área genital, incluidas el recto y la vagina si se utiliza un dildo doble, sin mencionar el alto erotismo que implica el cambio de roles, inclusive muchos psicólogos y columnistas de consejos como Dan Savage aconsejan practicar el Pegging por lo menos una vez, para experimentar la perspectiva de “receptor” durante el coito.

La decisión de experimentar esta práctica depende de ambos, si uno de los dos no está de acuerdo, lo mejor sería buscar otras opciones o en su caso posponer el acto; si la decisión consensuada por ambos aquí podrán encontrar recomendaciones para que su experiencia sea mucho más placentera.

ELEGIR EL JUGUETE SEXUAL CORRECTO
Tienen que elegirlo en pareja, sus opciones pueden ir desde un dildo, vibrador, arnés sexual, estimulador prostático hasta usar los dedos perfectamente lavados y lubricados. Hay que tener en cuenta que si es la primera vez que se realizara esta práctica se tiene que elegir un juguete delgado y curvo que ayude a alcanzar la próstata.

EL USO DE LUBRICANTE ES IMPORTANTE.
La cantidad es a gusto de cada persona y que tan cómoda se sienta, algunos factores que pueden influir son el tamaño del juguete, la consistencia y por ende la duración del lubricante. Si se está comenzando con esta práctica se recomienda utilizar un lubricante anal que contenga un desensibilizador para evitar incomodidades al momento de la penetración.

LA CONFIANZA: FACTOR IMPORTANTE.
Tener bastante comunicación con la pareja es todo los ámbitos es importante pero en la intimidad es trascendental. Haber tenido previas conversaciones de lo que se desea realizar ayuda a que ambos se sientan relajados, ya que si no se podría llegar sentir incomodidad o hasta dolor.

Comenzar con caricias, besos o estimulación de otras zonas erógenas eleva la excitación, aunque también si alguna de las dos personas no se siente cómoda aún después de la estimulación es mejor redirigir la estimulación o si lo deciden, parar.

LAS FANTASÍAS SIEMPRE SON BIENVENIDAS
Incluir disfraces, máscaras o simplemente el hecho de cambiarse el nombre elevan el erotismo y la imaginación para hacer de está una experiencia mucho más agradable.
En conclusión, el pegging es una práctica que poco a poco está siendo desestigmatizada en la sociedad actual; la falsas creencias están quedando en el olvido así como el temor a ser juzgados, disfrutar con seguridad y respeto la sexualidad es lo de hoy (y esperemos que para siempre).