Publicado 2022/04/14
En el cuerpo existen varios puntos en los que se puede potenciar el placer siempre y cuando haya una correcta estimulación. Mucho se ha hablado del punto G en las personas con vagina, pero y en las personas con pene, ¿existe el punto G? Sí y no, existe un punto, pero este es conocido como el punto P, debido a su ubicación; en la próstata.
La estimulación del punto P ha sido un tabú, pero resulta que una correcta estimulación con mucha practica se considera muy placentera.
Está ubicado en el ano masculino aproximadamente de 4-5 cm de la entrada creando una curvatura similar a la letra p por eso su nombre hace referencia a la próstata. La estimulación de este punto ha sido y lamentablemente sigue siendo un tabú, pero resulta que para quienes se atreven a practicarla, resulta ser de las más placenteras. Además, el orgasmo producido por esta estimulación es muy diferente al que se produce con la estimulación del glande del pene. Sin embargo, también se puede estimular de forma externa para quien no se atreva primeramente con una estimulación interna. De forma externa, se encuentra en el perineo (la región ubicada entre los testículos y el ano). Al acariciar esta zona se puede notar y sentir una protuberancia del tamaño de una nuez. De forma interna podemos acceder a él a través del ano, introduciendo un dedo (o más) o algún tipo de juguete erótico como por ejemplo un plug anal o unas bolas tailandesas.
Lo primero de todo es saber si a la pareja de juegos le interesa probar esta experiencia. En ningún momento se debe obligar a la otra persona a que lo pruebe. Es una decisión personal que no debe ser influida por presiones. Aun así, ambos se pueden informar y comentar de los beneficios que tiene esta práctica como, por ejemplo, experimentar una sensación de orgasmo diferente y de mayor intensidad.
En numerosas ocasiones podemos tener miedo a nuevas experiencias o sensaciones, por lo que, darnos un baño puede ayudarnos a relajar toda nuestra tensión tanto física como psicológica. Pararse durante unos minutos a disfrutar de nuestro cuerpo y del de la pareja, este pequeño ejercicio traerá numerosos beneficios como, por ejemplo, el aumento de la autoestima, aumentar el deseo, afianzar la intimidad, etc.
Se puede ir preparando la región, como acariciando el perineo y estimulando la entrada del ano, pero sin introducir nada. Centrarse en dar caricias y permitir a la pareja asimilar esta nueva sensación. Es muy importante que si en algún momento se desea realizar la penetración ya sea introduciendo un dedo, bolas anales o algún juguete para la zona anal, siempre se debe de utilizar lubricante anal.
Es cierto que muchas veces nos puede dar miedo algo que nunca hemos probado, o que nos pueda sacar de nuestra zona de confort. Pero atrevernos a probar ciertas cosas puede abrirnos a un mundo de placer que nunca nos hubiésemos imaginado. También, se debe recordar que NO hay que presionar a nadie a realizar una práctica que no le apetezca. Ante todo, lo primero es el respeto.
Química de profesión y Asesora de Candy Sex Shop por pasión.
Entusiasta del empoderamiento sexual, creyente de que una sexualidad informada y consiente permite una sana exploración.