DERECHOS HUMANOS

GÉNERO Y DERECHOS HUMANOS DE LAS MUJERES

Publicado 2021/10/17

Cuando nos dedicamos a promover, difundir y sensibilizar en torno a los de Derechos Humanos de las Mujeres nos encontramos generalmente con una reacción común acerca de si hay derechos diferentes para hombres y mujeres.

¿Por qué nos referimos a los Derechos Humanos de las Mujeres y no a los derechos de hombres?

Fue hasta que las plataformas que dan seguimiento al cumplimiento de los acuerdos firmados por los diferentes gobiernos para la reducción de todas las formas de violencia contra las mujeres dieron cuenta que esos compromisos no se habían cumplido y el índice de marginación y discriminación habían aumentado lastimando severamente a las mujeres de todas las regiones del mundo.  De ahí que diferentes grupos de la sociedad, comenzaron a poner especial atención en los Derechos Humanos, específicamente, de las Mujeres.

En estas líneas mencionaremos los instrumentos internacionales más importantes que ayudarán a identificar y descifrar la violencia de género desde el reconocimiento de los Derechos Humanos de las Mujeres. Entre los más importantes se encuentran:

  1. Convención para la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer, conocida también como la Carta Magna de las Mujeres, en 1979.
  2. La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y erradicar la Violencia contra la Mujer “Convención de Belem Do Para” de 1994, reconoce la urgente necesidad de una aplicación universal a la mujer de los derechos y principios relativos a la igualdad, seguridad, libertad, integridad y dignidad de todos los seres humanos.
  3. Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo de EL Cairo, 1994. Y no fue hasta 1995 en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing cuando se reafirmó que el disfrute pleno y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales por la mujer y la niña constituía una prioridad para los gobiernos y las Naciones Unidas. Se destacó que los gobiernos no sólo debían abstenerse de violar los derechos humanos de todas las mujeres, sino también trabajar activamente para promover y proteger esos derechos.

Mientras que de instrumentos normativos nacionales tenemos la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su Artículo Primero establece que todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en los tratados internacionales de los que el estado mexicano sea parte. Así como que todas las personas somos iguales ante la ley, y ésta protegerá la organización y el desarrollo de las familias. Por tanto, toda persona tiene derecho a decidir de manera libre e informada sobre si tener o no descendientes, el número y espaciamiento entre éstos.

Desde el reconocimiento de la Carta Magna se había tenido pocos logros en materia legislativa en México a favor de las Mujeres, hasta que en el 2006 fue aprobada la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, y posteriormente armonizada en las diferentes entidades que convergen en este país. Y con esta le siguieron otros logros legislativos como la Ley General Para la Igualdad Entre Mujeres y Hombres, complementándose con la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación que fue aprobada en el 2003.

A manera de conclusión destaca la importancia de reconocer cada uno de los documentos que protegen nuestros derechos humanos; pues a pesar de contar con diversos instrumentos internacionales y nacionales que los garantizan, los gobiernos siguen en deuda con las mujeres. Aunado a que si nuestras culturas siguen teniendo como base un sistema patriarcal el ejercicio pleno de los derechos humanos seguirá siendo inalcanzable para la gran mayoría de las mujeres; y mientras este sector de la sociedad sea violentado, estaremos lejos de considerarnos sociedades justas y equitativas.

Sobre las autorías

Foto Alma

Alma Degante

Soy una persona no binaria, mi pronombre es elle y me refiero a mi misme en neutro.

La mitad de mi vida la he dedicado a reflexionar sobre la sexualidad humana desde mi experiencia como investigadore social y luchadore por los derechos sexuales y reproductivos.

He colaborado con distintas organizaciones civiles y colectivas feministas interesadas en contribuir en cambios sociales que permitan a las personas vivir su sexualidad de manera  informada, placentera y libre de prejuicios.

En los últimos años he facilitado talleres sobre procesos organizativos entre mujeres diversas, lesbianas y personas trans para acompañar abortos de manera sensible en los tres estados que conforman la península de Yucatán. Ha sido una maravillosa experiencia que sigue expandiendo semillas.

Compartir