La odaxelgania se basa en las personas que se excitan sexualmente al morder a la pareja o al ser mordidos, (anteriormente conocida como parafilia, actualmente se conoce como una expresión comportamental de la sexualidad.) Es una de las prácticas vertientes del BDSM menos reconocida y aceptada como una práctica ya que su aplicación es tan común que ni siquiera se considera.

Por su intensidad dependiendo del umbral de dolor de cada persona se considera como una forma de sadismo para la persona que muerde y como masoquismo para la persona mordida (obviamente de forma leve si la práctica no es tan intensa).

Si se desea realizar está práctica en pareja es muy importante dejar en claro los límites de cada persona, puede que para ti sea una práctica muy común pero la otra persona no se sienta cómoda así que es prioridad definir qué nivel o intensidad se podrá manejar y si es negociable. Para que ambos puedan disfrutar de su sexualidad sin presiones o falsas expectativas; se puede comenzar con ligeros mordisco en los lóbulos de las orejas, una zona muy erógena.

Por la naturaleza de la práctica la higiene es muy importante; el contacto de la saliva con la piel puede ser un medio para transmitir algunas enfermedades, por eso, es recomendable que los participantes tengan una buena higiene bucal y corporal antes de realizar una sesión de mordidas.

Como toda práctica de BDSM requiere un tratamiento #aftercare que no es más que el cuidado de ambas personas en este caso de manera prioritaria de la persona mordida.  Hay que tener serio cuidado con las heridas en caso que la intensidad haya subido y haya sangre es importante ir a limpiarse para evitar infecciones; en caso que la intensidad sea intermedia y se generen hematomas o moretones en la piel se recomienda colocar un poco de hielo y luego colocar una crema con vitamina E para humectar.

Cada persona es un mundo y, en el terreno sexual, ¡aún más! Por tanto, orienta siempre a tu pareja acerca del límite que no quieres pasar para que, así, siempre esté informada y pueda darte el placer que buscas. Dile que empiece suave y, si quieres, puedes irle pidiendo que aumente la fuerza para conseguir ese punto exacto que tanto les prende.