El SPANKING o como de traduce al español “azotar” ó dar nalgadas haciendo referencia a la parte del cuerpo donde más comúnmente se realizan es una de las prácticas más conocidad dentro y fuera de la comunidad BDSM (recordando el significado es Bondage, Dominación, Disciplina, Sumisión ó Sadismo y Masoquismo), está práctica es vertiente del Sado-Masoquismo.

El alto erotismo que transmite esa pequeña, casi imperceptible línea entre el dolor y el placer lo hace una de las prácticas más experimentadas.

Primero se tiene que identificar a los participantes o el nombre que se les da a las personas que lo realizan; el spanker es la persona que da o proporciona los azotes, golpes o nalgadas y la persona que las recibe es conocida como spankee.

Esta práctica permite mucho más el juego de roles, el más conocido es el de persona que se porta mal y merece recibir un castigo; siempre se va a enfocar en el fetiche de dar o recibir un castigo, obviamente al ser parte de la comunidad BDSM se tiene que establecer los acuerdos y límites para que la dinámica resulte placentera para todos los participantes.

Es muy importante la comunicación y se hace énfasis en esto ya que para el spanker es importante ver o escuchar la reacción de la spankee para ir modulando las nalgadas. También es muy importante aprender a diferenciar entre una reacción de dolor placentero a una de dolor no placentero.

Existe una amplia variedad de artículos que pueden formar parte del juego; látigos, fustas o los paddles que pueden proporcionar más sonido e intensidad; existen modelos sencillos y hasta con pedrería lo importante es que sea del gusto de la persona, los colores más empleados es el negro y el rojo por lo que son los tonos que más buscados.

Las nalgadas son la práctica de BDSM que se ha vuelto más normalizada y aceptada pero no es algo que a todas las personas les guste,  ya que incluyen una serie de diferentes reacciones sexuales a diferentes tipos de golpes, no todas las nalgadas le dan a las personas el mismo tipo de placer, experimentar de poco a poco permite sentirse libres, cómodas y seguras.
No todos deberían sentirse obligados a realizar esta práctica pero si deseas o desean experimentar, adelante.