Publicado 2022/05/20
Escuchar hablar sobre el vaginismo no es algo tan común, no es un tema que se toque con frecuencia, sin embargo, es una afección mucho más frecuente de lo que se piensa. Quizás te suene mas familiar escuchar que algunas personas presentan mucho dolor en toda la vagina al mantener relaciones sexuales, se suele relacionar con falta de lubricación, alergia a los preservativos o estar demasiado nerviosa en el momento o mucho peor aún, hay personas que piensan que esta molestia es completamente normal y que así es como se debe sentir tener sexo; esta afirmación es del todo errónea, el coito no debe doler por ningún motivo.
En esta ocasión les hablaré un poco de lo que es el vaginismo, cuáles son sus síntomas y posibles tratamientos. Recuerden que si tienen alguna duda o se sienten identificadxs con los síntomas no duden en acudir con su ginecologx de confianza o fisioterapeuta del suelo pélvico.
La afección del vaginismo es un espasmo, completamente involuntario e inconsciente, de todos los músculos de la vagina en respuesta a la penetración sexual, a un examen ginecológico o a la inserción de un tampón. El suelo pélvico se tensa y se contrae ante la intención de introducir cualquier cosa a la vagina, esta tensión puede ocasionar el estrechamiento o incluso el cierre completo de la vagina, es como el acto reflejo de un ojo que se cierra cuando algo se le acerca. Para muchas personas con vulva y sus parejas esto puede causar un alto grado de estrés y ansiedad ya que las relaciones sexuales y los exámenes ginecológicos son dolorosos o imposibles, lo que a su vez puede llegar a empeorar la afección.
Las personas suelen sentir frustración, culpabilidad, depresión, ansiedad, baja autoestima e incluso evitar tener contactos sexuales y muestras de cariño con la pareja. Esto no quiere decir que no puedan excitarse sexualmente, el deseo sexual sigue estando presente en la mayoría de los casos.
La afección normalmente se detecta durante la adolescencia y la edad temprana adulta, con el inicio de la menstruación y de las relaciones sexuales.
Los síntomas son:
⦁ Penetración vaginal difícil o dolorosa durante la relación sexual. Incluso algunas veces esta se vuelve imposible.
⦁ Dolor vaginal durante la relación sexual o un examen pélvico.
Se piensa que el vaginismo es el resultado de una vagina pequeña o estrecha, pero esto no podría esta mas alejado de la realidad, ya que las personas con esta afección tienen el mismo tamaño de vagina que otras personas, pero los músculos internos se contraen involuntariamente. Las causas subyacentes pueden incluir uno o más de los siguientes factores:
⦁ Constante preocupación de que la vagina sea demasiado pequeña.
⦁ Preocuparse de que el coito vaya a ser doloroso o cause daño.
⦁ Haber causado daño previo a la vagina, una episiotomía.
⦁ Condiciones dolorosas de la vagina o las áreas circundantes.
⦁ La primera relación sexual fue dolorosa y/o incómoda.
⦁ Problemas con la pareja sexual.
⦁ Miedo a quedar embarazada.
El tratamiento para el vaginismo depende de la causa subyacente. Los tratamientos pueden incluir:
⦁ Dilatadores vaginales: son una serie de conos cilíndricos de diferentes tamaños que se utilizan en la comodidad de tu propia casa para que te acostumbres progresivamente a insertarte algo dentro de la vagina. Puede durar días o meses, y el paciente debe ir a su propio ritmo.
⦁ Ejercicios del suelo pélvico: son recomendados junto con el tratamiento anterior, por lo que la paciente se acostumbra a la sensación de contraer y relajar los músculos, con el objetivo de poder elegir voluntariamente relajarse mientras mantiene relaciones sexuales, por ejemplo. A veces, una máquina de biofeedback puede ser utilizada con un ginecólogo. Este dispositivo permite informar a la paciente cuándo está contrayendo (en el caso de que ella no lo sepa) y para que se acostumbre a la sensación y aprenda a dominarla.
⦁ Terapia sexual: la terapia psicológica es una opción recomendada, especialmente si la causa subyacente es un trauma sexual. Se pueden emplear análisis dinámicos, asesoramiento o terapias cognitivo-conductuales con un especialista.
⦁ Cirugía: en casos en donde puede haber habido un trauma quirúrgico previo, o un bloqueo que causa un estrechamiento de la vagina, puede que sea necesaria la cirugía. A la paciente se le administrará anestesia y se le extraerá una pequeña cantidad de tejido.
Soy un alma soñadora con ganas fervientes por aprender y compartir.